El Comienzo

Es divertido el recordar como empiezan ciertas cosas en la vida, cosas que tienes presente la mayor parte del tiempo, una relación, un trabajo, o hasta una idea, las personas suelen rememorar estos momentos claves en sus vidas y los repiten en sus cabezas de vez en cuando con diferentes motivos, cuando conocieron a su pareja, para recordar lo que les gusta de ella, cuando decidieron a que se iban a dedicar en sus vidas, para saber que todavía tiene sentido o cuando fue la última vez que vieron a Perú clasificar a un mundial, simplemente para poner una sonrisa en su rostro, bueno, esta bien, tal vez no todos recordemos algo así, son en verdad privilegiados quienes tienen eso en la memoria, por mi parte, de estos gratos recuerdos futbolísticos, lo más antiguo que recuerdo fue la gran “casi” clasificación al mundial del 98, en el 97, recuerdo a un gran grupo de compañeros de colegio reunidos en una casa viendo el partido que nos hubiera dado ese gran recuerdo, la historia nos dice que todos nos fuimos enojados con el mundo y con el destino, una goleada que dolió hasta el que menos disfruta de fútbol fue el resultado y desde ahí todo ha ido cuesta abajo.

Como todo en esta vida tiene un comienzo, los hobbies también, los vicios en todo caso, y quisiera contarles, como ya lo he hecho en algunas otras ocasiones, sobre como todo comenzó para mi en el poker, fue una cosa divertida, que me agrada recordar, y me encantaría compartirla con quienes deseen, junto con otros pensamientos que van de acuerdo a la historia.

Una de las cosas que me dado cuenta, es que algunas cosas salen mejores cuando no se las planea mucho, o hasta nada, a veces los mejores planes para un sábado en la noche no se planearon durante toda la semana, simplemente se decidió reunirse en una casa y ver “que se puede hacer”, el mejor viaje puede simplemente darse reuniendo un grupo pequeño y comprando los pasajes, sin recurrir a tours organizados ni nada, llegar a un sitio, buscar un hotel y decidir in situ que hacer, así nació esto, un domingo cualquiera, cuando sin nada que hacer salimos con unos amigos, mis mejores amigos, a ver que podíamos hacer, el billar estaba cerrado, no había nada en el cine, cuando fuimos a recoger a uno, para que salga con nosotros, y él no quiso, no recuerdo cual era la excusa, creo que no había, simplemente tenia flojera de salir, fácilmente esa era.

Decidimos unirnos a su flojera, y entramos a su casa, alguien propuso jugar cartas, recuerdo que siempre jugábamos “8 locos”, un juego simple que nos había entretenido tantas veces, en Arequipa, en la playa o donde nos hubiéramos encontrado sin nada que hacer y con una baraja de naipes, pero en esa ocasión decidimos otra cosa, me gustaría saber quien propuso jugar poker, seria bueno saber quien fue el culpable inicial, a lo mejor ni fui yo, alguien debe haberlo visto en televisión, en los canales de deportes, en el trabajo que tenia en ese entonces, un amigo norteamericano me comentaba de su juego semanal, gringos todos, y de ahí tenia cierta idea, bueno, esta bien, es posible que yo haya propuesto ese juego.

No recuerdo ni quien ganó, esos son hechos sin mucha importancia, lo que si puedo recordar de esa primera vez, y de las demás que siguieron fue el desorden por lograr aprender las reglas, el clásico ¿que le gana a que?; ¿color o escalera? ¿Se tiene que usar las 2 cartas individuales y 3 de la mesa, o puede ser 1 y 4? En verdad nadie sabia a ciencia cierta como era el juego, hubieron varias sesiones hasta llegar a un formato de juego en el que nadie estaba en desacuerdo con el resto, muchos mails corrieron, mayormente desde mi cuenta de correo y la de Caluro, (otro amigo que le entro al juego con fuerza), ahora hasta puedo decir con absoluta certeza, que de reglas lo sé todo, de dudas también, el formato varió un poco con el tiempo, siempre ha habido una que otra viveza al respecto, siempre puede cambiar, pero son diferencias pequeñas.

Ahora que lo pienso no recuerdo bien si sólo jugamos con monedas esa ocasión, o utilizamos algo a manera de fichas, como muchas veces hicimos después de esa vez, recuerdo aquellos primero juegos, en los que improvisábamos con fichas de ruleta, de antiguos juegos de nuestros papás, de aquella vez que nuestras improvisadas fichas no alcanzaron el ritmo de las recompras, y tuvimos que recurrir a lo primero que se nos ocurrió, utilizamos pilas gastadas, lápices, botones, clips, y todo claro tenía el mismo valor, eran tardes muy entretenidas, de necedad absoluta entre juego y juego, éramos como niños cuando juegan fulbito al salir de clases, todos ganaban, todos perdían, nadie tenia estrategia, por Dios, nadie sabia las reglas!

Todo ha cambiado desde ese día hasta hoy, dejamos de lado las fichas improvisadas, conseguimos esos pequeños maletines con fichas y barajas decentes, mi maletín lo he llevado a muchos sitios, lo tengo ahora en el lugar donde vivo, y pienso seguir llevándolo conmigo, ahora tampoco jugamos en una mesa de comedor cualquiera, bueno, sigue siéndolo, pero conseguimos un mantel verde para tener una superficie más acorde con el vicio, ese mantel sí se quedó en Arequipa, en la casa de Caluro, para todos los juegos que tengamos allá, y no sólo eso, hay más cosas que han cambiado, ya no estamos todos los que jugábamos cuando nuestro vicio empezó, algunos se mudaron, yo incluido, aunque cerca, otros si se fueron lejos, a vivir cosas serias, varios dejaron de jugar según tengo entendido, para algunos fue más vicio que para otros, yo si sigo jugando donde estoy, sé que Caluro también ha encontrado en nuestra ciudad nuevos adeptos con quienes jugar, así como yo lo he hecho donde estoy ahora, cada vez que voy por allá es motivo de jugar con gente nueva o antigua, y espero que él venga por acá, y poder organizar un juego con mis nuevos amigos de vicio.

Es interesante encontrar gente que comparta un interés contigo, a veces inculcas ese interés en algunas personas, estas pueden volverse más viciosas que tú inclusive, o a veces encuentras gente así donde no la esperabas, como en un viaje que hice hace un par de años, visité a un viejo amigo que vivía en otro país, lo primero que me dice:
- Veámonos hoy, pero porsiacaso, hoy me toca jugar poker, no se si sabrás jugar, ¿te animas?
Se imaginaran mi sorpresa, obviamente acepte, le comente que me encantaba jugar, y fue un reencuentro muy grato, sobre todo por haber limpiado su mesa y sacado una buena ganancia esa noche, ganancia ya recuperada por mi amigo en una de sus visitas de vuelta a Perú, vamos mano a mano, esperando un reencuentro más.

Las cosas cambian, no son siempre como en un principio, pero eso no es algo necesariamente malo, así como uno puede sentir nostalgia por como las cosas fueron antes, uno siente alegría de los buenos momentos ya ocurridos, sobre todo porque sabe que faltan muchos por venir, muchas manos por jugar, y así como una persona siente tristeza por amigos que se alejan, siempre llegan nuevas personas a ocupar nuevos sitios en la mesa, y uno aprende a tratar con esta gente de diferentes formas, algunos se pueden volver tus mejores amigos, y a ellos tienes que valorarlos mucho, y tampoco se debe olvidar a los que ya no están, porque todas las personas que pasan a lo largo de tu vida forman parte de lo que uno es, uno aprende de todos ellos, todos te ayudan a crecer, algunas personas influyen obviamente más, tus padres, tus mejores amigos, tus parejas sentimentales, así como de cada jugador que se siente en la mesa puedes aprender nuevos trucos, aprender de los errores de ellos o de los tuyos.

Ante todo esto no queda mucho más que decir, solamente esperar el momento de volverse a sentar en una mesa para jugar, con el deseo de que te vaya bien, tengo pensado volver a casa pronto, será motivo de un reencuentro con viejos amigos, y de volver a utilizar el mantel verde guardado para ocasiones especiales, es algo que espero con mucho anhelo, se que ya no soy el mismo que se fue de ahí hace más de dos años, y espero que eso me ayude, conozco a quienes me voy a reencontrar pero se que habrá nuevas personas, eso hará esto simplemente más divertido, sera como un nuevo comienzo, y no hay nada como empezar un juego nuevo, con la misma cantidad de fichas que quienes están alrededor tuyo, y recibir un par de cartas de una baraja nueva, y bueno, a divertirse.